Corría el año 1999 cuando Harry Mason entró en las vidas de los aficionados al survival horror, un género que combina suspense y acción en un entorno terrorífico donde el objetivo es sobrevivir a los peligros que acechan. Hablamos, como ya habréis detectado, de la saga Silent Hill, un juego que para muchos es referente del género y que desde hace 12 años intenta, título tras título, renovar el interés por ese misterioso pueblo y las cosas que a lo largo del tiempo han ocurrido.
Si bien los tres primeros títulos forjaron una gran base para esta saga, el cuarto empezó a granjear ciertas críticas además de conseguir las puntuaciones más bajas de su historia entre la prensa especializada. De las primeras medias, que casi llegaban al nueve, a un siete, un resultado que denotaba que algo había cambiado en el "método" de Silent Hill.
Esta saga también se ha caracterizado por un cambio constante de estudio a la hora de desarrollar un nuevo título. El responsable de los tres primeros títulos fue Team Silent seguidamente, los desarrolladores del juego pasaron a ser Climax Group, Double Helix Games y finalmente, en esta ocasión, la tarea sobre Silent Hill Downpour ha recaído sobre la compañía checa Vatra Games. Este estudio, dependiente de Kuju Entertainment, recibe un encargo difícil después de títulos como Homecoming, The Room o Shattered Memories, que no cumplieron los estándares esperados.
Es en este punto donde la crítica fue más feroz en su momento, ya que opinan que el cambio de estudio, de los japoneses al mundo occidental perjudicó excesivamente al juego. Ahora, Vatra tiene la oportunidad de recuperar a estos viejos jugadores y demostrar que en Europa también se pueden realizar grandes trabajos en cuanto a videojuegos se refiere.
El estudio tiene, como siempre ocurre en estos casos, un arma de doble filo en las manos. Lo positivo, el nombre. Un sello como Konami y los galones de Silent Hill deberían bastar para hablar del título. Lo negativo, las expectativas del que espera el juego, del que ha seguido la saga y ha vivido todo el terror jugando cada minuto del juego.
De momento los cambios se ven, y oyen, desde el principio. La presencia de Daniel Litch a los mandos de la banda sonora en sustitución del que hasta ahora había sido el compositor de cabecera de la saga, Akira Yamaoka, hacen que podamos pensar en un cambio sustancial en la que sería la octava entrega de este survival horror.
Una de las críticas vertidas sobre Silent Hill es que había perdido un poco el norte. Que se había "americanizado", que la salida del país nipón le había perjudicado… Brian Gómez, director artístico de Vatra Games, augura un buen futuro para el título argumentando que se va a intentar volver al origen y que "Silent Hill como pueblo, como ente, volverá a tener el peso que se merece".
Parece que los chicos de Vatra están dispuestos a dar mucha importancia a la localización, a hacer que el pueblo sea el gran personaje que nunca ha dejado el juego.
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